Estoy leyendo la Antología de la literatura fantástica
elaborada por Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo y quería recomendaros un
relato que me ha gustado especialmente: Los cautivos de Longjumeau, de Léon
Bloy.

Es cierto que hay un debate con respecto al adjetivo “fantástico”
y que quizás lo mejor sería cambiar la clasificación de géneros que se enseña
en las Universidades. Yo me voy a limitar a contaros cuál es el significado que
aprendí en mis clases y que podéis encontrar en Introducción
a la literatura fanástica de Todorov.
-Lo extraño: en este género tienen lugar acontecimientos inusuales (“extraños”),
pero se respetan las leyes
de la realidad y las causas de tales hechos siempre tienen una explicación
lógica. Un ejemplo podría ser El perro de los Baskerville.
-Lo maravilloso correspondería a las novelas arriba
mencionadas, en las que se crea un mundo ficticio
específico con sus propias leyes naturales (la magia, genios que salen
de una lámpara y cumplen deseos, presencia de animales mitológicos...). Es el
ámbito de los cuentos de tradición oral. En lo maravilloso, no causan sorpresa
los elementos que se salen de lo real, ya que se suspende la incredulidad y
simplemente se aceptan esas leyes, pues dentro del espacio ficticio en el que
se encuadran, son verosímiles. Un ejemplo moderno: en el mundo inventado por
Tolkien, es totalmente normal que cuando alguien se pone el Anillo, se haga invisible. Lo que nos causaría sorpresa sería lo contrario.
-Lo fantástico me resulta especialmente interesante: el
marco de la narración fantástica coincide con nuestro mundo real,
como sucede en el género de lo extraño, pero el lector no llega a saber
si los acontecimientos sobrenaturales tienen una explicación lógica (según las
leyes de nuestro mundo) o no. La conclusión está difusa. Para mí, ahí
reside lo magnético de este género.
<<es necesario que el texto obligue al lector a considerar el mundo de los personajes como un mundo de personas reales, y a vacilar entre una explicación natural y una explicación sobrenatural de los acontecimientos evocados. Luego, esta vacilación puede ser también sentida por un personaje de tal modo, el papel del lector está, por así decirlo, confiado a un personaje y, al mismo tiempo la vacilación está representada, se convierte en uno de los temas de la obra>>Todorov
Dicho esto, quería compartir con vosotros brevemente mi
impresión sobre el relato de Léon Bloy, escritor de origen francés, admirado
por Borges y coetáneo de Maupassant (autor de los relatos que más me gustan del
género, junto con los de Poe).
El narrador de Los cautivos de Longjumeau no coincide
con los protagonistas, sino que cuenta los hechos desde cierta distancia: “Una
carta ya antigua de ese desdichado Fourmi, a quien conocí de soltero, me ha
permitido reconstruir, por inducción, toda su lamentable historia”.
Esto contribuye a crear la atmósfera de misterio, ya que el
lector no puede estar completamente seguro de que los hechos ocurrieran tal
como los cuenta este amigo de la joven pareja. Ya en el primer párrafo se nos introduce
en la sospecha de lo sobrenatural: “Esta hoja [aquí no se refiere a la carta]
tan recomendable por la abundancia y por la calidad de su información, se
perdía en conjeturas sobre las misteriosas causas de la desesperación que había
precipitado al suicidio a esta pareja, considerada tan feliz”.
El narrador justifica los actos de los jóvenes, aportando “pruebas”
de su personalidad virtuosa, para que el lector se decline por la explicación
sobrenatual, y lo hace de una forma sutil y paulatina, quizás para que no se le
tome por loco y se comprenda que él mismo está sorprendido. Ya casi hacia el
final del relato se vuelve más explícito y se refiere abiertamente a un poder
maléfico, e inmediatamenta después da una prueba de mayor peso, que enlaza con
la narración del episodio final de los protagonistas, el cual anunció ya en el
primer párrafo.
Ese final, el suicidio, entra dentro de lo verosímil, de lo
racional. Lo que no vemos con tanta claridad es lo que les ha llevado a su
fatal destino, y es aquí donde vemos la definición de lo fantástico que os
comentaba y que aparece en el libro de Todorov. Parece que el narrador ya ha
decidido si los hechos, que cuenta a posteriori, tenían una explicación
natural o sobrenatural, pero Bloy delega la conclusión en el lector.
Buena observación, excelente reseña. Tienes puntos muy interesantes
ResponderEliminarGracias
Eliminarestoy por subir este cuento de Bloy a mi blog, con algunos comentarios y notas, es un gusto ver qué León sigue en pie de lectura. te recomiendo revisar los 33 tomos de la biblioteca de Babel, una colección de lecturas fantásticas seleccionadas y prologadas por Borges, el número 4 incluye Los cautivos y otros relatos de Bloy. dejo el enlace para descargarlos, saludos!
ResponderEliminarhttps://drive.google.com/drive/mobile/folders/1kwgpD1T0HVu7XKVmBOflrb9BnxZN_ZA2?usp=drive_open