10/11/13

Intento salir del asfalto

Mi sueño es mi sustento
y tanto me alejo de él
que hasta las letras se desintegran
entre mis cansados dedos,
que más parecen de plástico
o de cemento.
El sonido del reloj
que no me deja rimar,
que me roba las imágenes
que un día me nutrieron.
Y malgasto mis días,
sin vivir
y sin muerte.
Y malgasto mis años
sin fabricar la suerte.
Y se convierte
en gris el verde,
mas no un gris hermoso,
no una niebla
de una mañana de noviembre.
No.
Es el gris
de un mal dormir
sin sueños,
de mente vacía,
pero no vacía e iluminada, sino
vacía y muerta.

Deja de torturarme,
dice la Poesía;
deja de asfaltarme con tu rutina.
Si quieres volver a mí
has de abandonarla.
¿Vino nuevo en odres viejos?
No debes profanar mi esencia.

Te entiendo, Poesía,
y qué más quisiera yo
que regresar.
Pero cómo, dime, cómo.
Si esta marea negra
se me pega a la piel
y mi corazón rezuma veneno
que sube a mi mente y ya no puedo ver.

La respuesta sabes cuál es
y sabes dentro de ti
que vas por la senda correcta.
Fantasía y yo te esperamos
con una fiesta de bienvenida,
de feliz regreso,
y esta vez será
para siempre.
¿Estás dispuesta?

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