14/9/19

Novatadas e integración

Esto es un artículo que escribí hace unos años, cuando apenas había voces contra esta cuestionable tradición.

Yo pensaba que cuando alguien llega nuevo a un sitio en el que va a permanecer un tiempo, había que acogerle con amabilidad.

Pensaba que la ética nos llama a ser bondadosos y respetuosos con quienes se enfrentan a una nueva vida, diferente de la anterior.

Pensaba que para que alguien se sienta integrado, los que ya están en ese lugar habían de comportarse de una manera atenta, comprensiva.

Pensaba que la empatía era la clave de una buena convivencia.

Pensaba que, como todo el mundo dice, estamos en el siglo XXI, las cosas han cambiado, vivimos en una sociedad libre.

Pero me había equivocado, porque resulta que para que alguien se integre en un grupo es necesario que el nuevo se sienta humillado y venda su sensibilidad al mejor postor.

Porque la integración ya no consiste en hacer que los nuevos se sientan entre iguales, sino en recalcar su condición de novatos, de grupo separado, inferior.

Porque se ha sustituido la comprensión, el ser escuchados, por el callar los verdaderos sentimientos y ver como algo normal este trato que nada tiene que ver con la libertad y el respeto que nos dicen que hay en los nuevos tiempos.

Algunos de estos jóvenes después se manifiestan en contra de actos crueles como el Toro de la Vega, pero no dudan en tener la misma actitud con otros seres humanos. Si es un toro, pobrecito, pero a un ser humano le puedo tratar como me dé la gana, porque estamos en el siglo XXI. No me malinterpretéis, yo también estoy en contra de la tortura animal.

Aquí tenéis una lista de novatadas habituales según el diario ABC (http://www.abc.es/20120619/local-madrid/abci-topten-novatadas-201206182143.html). Os copio algunas:

  • De rodillas, les meten un embudo en la boca y les echan sangría o vodka a chorros hasta que caen mareados.
  • Usan a los novatos de ceniceros en las habitaciones de los «veteranos» que fuman. Están toda la noche con la mano extendida para recoger la ceniza. A veces, la ceniza se les echa en la boca.
  • Duchas de agua fría, juntos o separados (los novatos), desnudos o vestidos. En ocasiones, se les despierta varias veces por la noche para repetir esta «broma».
Como veis, cosas nada agradables, aunque tengamos que verlas como algo normal.

Y os cuento algo que vi ayer que me estremeció: unos jóvenes iban a gatas con una careta de caballo, a su lado, de pie, los que supongo que serían los veteranos, azuzándolos y a algunos de ellos, azotándoles. 

Los padres se pasan toda la vida cuidándonos, dándonos cariño, protegiéndonos y enseñándonos a respetar, para que cuando pasamos del instituto a una etapa más madura, todo esto se quiebre.

Creo que ya está bien, que ya es hora de recuperar la sensatez y dejar de aceptar este tipo de cosas. Si te has manifestado recientemente contra el Toro de la Vega, no seas hipócrita y manifiéstate contra los tratos vejatorios a seres humanos.

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