1/9/19

Ser yo o ser

Quiero irremediablemente ser: seguir siendo, ser cada vez más.

¿Qué es "yo"? ¿Es real? Es más real el ser que el yo. Pero, ¿se puede solo ser? 

Muchos se identifican con el yo que creen ser, tal vez porque no han ahondado lo suficiente, porque solo necesitan pan y circo para vivir. Porque huyen del silencio que les permite percibir su ser, más allá de ese conjunto de ideas que conforman su personalidad: soy lo que me han dicho; soy un engranaje de esta sociedad sin saber que lo soy; soy lo que dice la empresa para la que trabajo; soy un padre, una madre, un abuelo, una hija... Un padre tiene que, una madre debe...

Y lo creen. Del trabajo a casa. De casa al trabajo. Parada en el bar. La televisión encendida. Y los sábados de compras.

Son "yo", pero no son.


¿Y si todos no somos un poco? Por eso no me atrevo a identificarme con ninguno de los entresijos que me componen; porque no quiero ser un yo que no sé si soy.

¿Y si todavía me quedan hilos por descubrir? No puedo confiar en mi percepción. La razón basada en los sentidos dice: las estrellas son pequeños puntos de luz; el planeta que habito está quieto.

Y después, cuando la trascendemos: son gigantes; ¿de verdad estoy boca abajo?

¿Es que hay entonces dos tipos de razón? La citada, más básica, y otra que requiere un mayor esfuerzo cognitivo, hacerse preguntas, dudar, no conformarse con la primera respuesta que viene a la cabeza.

¿Es esa la diferencia que existe entre el yo y el ser?



 


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