Hace un tiempo me pregunté de dónde vienen los
problemas de inferencia que observo en las redes sociales, especialmente en
Twitter. Comencé entonces a leer algunos libros y artículos para comprender si
mi percepción era real y, en el caso de que lo fuera, cuál sería el origen.
¿A qué me refiero con inferencia? A la interpretación
correcta de un mensaje oral o escrito, que va más allá de lo literal. Te pongo
un ejemplo que suele usarse en clases de Lingüística:
Tenemos
el mensaje <<Son las ocho>>. El significado literal es evidente. Si
el mensaje es la respuesta del interlocutor a la pregunta <<¿Qué hora
es?>>, no hay nada que interpretar, pues la intención del emisor es
simplemente informar de la hora que es.
El significado
cambia si el emisor del mensaje <<Son las ocho>> es un padre o una
madre y el destinatario, el hijo que todavía no ha terminado de vestirse y
tiene que salir de casa a las 8.05 para llegar a clase a tiempo. Entonces, la
intención del emisor es que el destinatario se dé prisa.
Otro ejemplo que pone de manifiesto la importancia del contexto
en la interpretación del mensaje es este:
La frase
<<Os declaro marido y mujer>> no tiene validez si no se dice en el
contexto adecuado ni tiene el emisor adecuado. Que yo la diga en medio de un
bar a unos amigos no tiene ninguna consecuencia; en cambio, si es un cura quien
lo dice en una iglesia, el mensaje tendrá repercusiones.
Lo que quiero mostrar con esto es que todos los elementos
que forman parte de la comunicación son esenciales para interpretar
adecuadamente el mensaje, incluido el contexto. En este primer
artículo que escribí para responder a mi pregunta, te explicaba que el
contexto va más allá de <<la información sobre el entorno físico
inmediato o (...) los enunciados inmediatamente precedentes>> y que
incluye un saber compartido por todos los hablantes o por los hablantes de una
determinada cultura. Te recomiendo leerlo para comprender mejor lo que voy a
desarrollar aquí.
Después de la lectura de Principios de comunicación persuasiva,
me centré más en el aspecto neurolingüístico y en la influencia de Internet en
los usuarios. Sobre esto último hay múltiples opiniones que suelen dividirse en
dos bloques: la postura de los integrados, que ven sobre todo ventajas en la
nueva era tecnológica, y la de los apocalípticos, que advierten en sus textos
sobre los peligros de esta.
Debido a la coexistencia de estudios que llegan a
conclusiones opuestas, te pido que no tomes mis palabras como determinantes,
pues son simplemente el resultado de una reflexión y de mi propia observación.
Creo que para comprender mejor el mundo digital, es básico
leer La alfabetización digital de
Daniel Cassany (puedes descargarlo clicando en este enlace: http://www.academia.edu/download/32678549/ALFAL_La_alfabetizacion_digital_DIF.pdf).
Según este profesor de Análisis del Discurso, <<las prácticas digitales>>
no conllevan una pérdida en las destrezas lingüísticas analógicas, ya que para utilizar
Internet, es necesario tener unos conocimientos lingüísticos previos:
<<El uso del lenguaje en la red, además de exigir destrezas y conocimientos nuevos, también presupone los básicos o previos, de manera que el ED supone una extensión o un desarrollo del concepto de escritura o alfabetización>>.
<<El uso del lenguaje en la red, además de exigir destrezas y conocimientos nuevos, también presupone los básicos o previos, de manera que el ED supone una extensión o un desarrollo del concepto de escritura o alfabetización>>.
Sin embargo, para otros autores el uso de la tecnología tendría
consecuencias negativas en nuestra capacidad de concentración y en el nivel de
comprensión.
CONTINÚA EN LA SEGUNDA PARTE: https://lauraherreroroman.blogspot.com/2020/01/hace-internet-que-comprendamos-peor-lo_25.html
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