21/12/15

"Incurable sonámbula"

¿Cómo quiere el destino que entregue mis pechos a nuevas pasiones si vivo anclada a este pozo? Da un poco de reposo a mi corazón y en él me asomo a contemplar las imágenes que el Brujo del Olvido no ha logrado robar (no te las describiré hoy).

Mis piernas, cada día en más abrupta desproporción con mis latidos agitados, buscan ausentes minerales bajo la piedra fría. Quieren ser raíces; ignoran que Peneo no las salvará. No corre ambrosía por mis venas. Lo que mora en ellas es la inmensa plenitud del vacío, el hermoso lienzo sobre el que sonríen las estrellas, el corazón de Dios, que decidió hacer su casa en tus ojos y que después se convirtió en la tinta que hoy oxigena mis células. Mías, porque están en mí, pues ya no soy yo su dueña.

¿Y planea el tiempo que deje hueco a ardientes realidades, expulsando tu dulce recuerdo? ¿Desea que mi cuerpo se ponga en pie y se lance al mar, dejándose acariciar por la espuma de las olas? Ya probé una vez ese éxtasis. Fue tan efímero y me dejó seca el alma. Pero no, silenciemos al destino. Ven con tu aliento de primavera y lame las capas de hielo que se han formado sobre mi piel.

Y si no vas a venir, dile al destino que me deje seguir abrazada a este pozo hasta que la nieve bese también mis cabellos.



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