22/11/17

Reventar voces

Hace frío, pero estoy
sudando cristales rotos;
se calla el tiempo, lame
con ansia y sin piedad mis ojos.

Manos, solo ahora, de acero.
Ya sin afilados dientes.
Sin esos escorpiones
que hoy no mata la pureza.

Afilada sí es mi alma;
la vuelve roma mi boca.
Alas tan encendidas
que en este instante no las siento.

Se vuelven Ícaro insensato,
pero bien abastecido.
Dejan, en un segundo, atrás
ríos, países, mundos.

Y se concentra el fuego en el puño,
que busca insaciable paredes,
máscaras. Vestigios de un carnaval cierto
podrían salvarlo, detener
los pedazos de vidrio de los dedos.

Voces que no entienden
de madejas ni costas
que besa a veces el sol.

Voces que quiere, que anhela
reventar el puño encendido,
destrozar el ausente frío.

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