15/3/19

"Abriéndose un claro"


Veo venir negra la orilla mientras la maquillan truenos y rayos.
Sínkope


En esta eterna lucha a veces logro escapar del humo que me aplasta. Y conmigo salen de su encierro los gorriones -a veces me parece que van olvidando la capacidad de volar-. Entonces se separan y se entrelazan y dibujan alegres nubes con su canto. Se acercan con la fresca caricia que provocan hacia un viejo roble. Pero este sacude sus ramas, desprendiendo aún más hojas. Y sus crujidos ahogan la melodía. Y abre la boca el carcelero, que lleva en sus dedos mi nombre. Y obligo a los pajarillos a volver conmigo al seco invierno. Y, otra vez, acaba venciendo el plomo.

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