13/12/20

Enanos sin escaleras

Quisiera a través de estas notas acariciar el papel, pero mi lápiz se ha roto, y los dedos... me los compré en el bazar de la esquina.

No alcanzan las absurdas metáforas a rozar un ápice de la belleza que sin merecerla llega a mi alma sedienta.

Dedos rotos, baratos, cansados; voz inútil. Enanos sin escaleras.

Somos la vergüenza en la que no quiere mirarse el pasado. Somos palabras sin ritmo, sin vida.

Somos notas huecas.

Somos el ruido molesto del frigorífico.

No haremos historia porque la hemos quebrado, la hemos matado sin compasión.  Jugando a ser, tiramos la vida por el desagüe. Escupimos trapos secos y los llamamos poesía.

Ya es hora de aceptar que ella reside esculpida en esas páginas ajenas que admiramos y que jamás podremos atraparla.

                                                 



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