23/12/12

Aprendiendo a ser

Serán mis locas emociones que hacen lo que quieren sin escuchar a mi alma, mientras que mi mente establece juicios obsoletos, y así permanezco, navegando entre dos aguas. Hoy amo a mi oscuridad reflejada en un nombre; mañana echo de menos a esa roca en la que proyecté mi sol interior. Pero lo cierto es que quisiera que esos brazos de piedra que ayer parecían del mismísimo Febo me arroparan en esa simbiosis perfecta que aquel día descubrí, y que mi pozo putrefacto me hizo perder.
Desdoblamiento del tiempo, dice la ciencia vanguardista. Quisiera que mi yo futuro, el que tiene la sabiduría, el bien hacer, volviera al momento en que me perdí en esa mirada, en ese perfecto abrazo, y se fundiera con mi yo pasado para llenarle de correcta acción, y que así cambiara mi presente y me sacara de este pozo frío que incluso los murciélagos han abandonado, de modo que cesara la lucha entre mi mente, mi alma y mis emociones, y me limitara a sentir el calor que perdí en una roca.
¿Pero sería simple roca o estrella? ¿Lo sabré algún día? Mi yo del futuro ya lo sabe, ¿por qué no le hago caso? Callad, estúpidas emociones. Guarda silencio, mente inoportuna. Dejadme ser.

El sol en ti dentro de mi

Me dejé eclipsar por tu sol porque viví toda mi vida inmersa en mis tinieblas, pero en realidad lo que me calentaba el corazón era mi propia luz reflejada en tu rostro. Cuando te alejaste, dejé también de ver mi sol y ahora estoy de nuevo a oscuras en mi pozo, sin saber hacer salir el sol que hay dentro de mí.

14/4/12

Amiga Tristeza (pero sólo para un rato)

Hay quien teme la tristeza, huye de ella, la ignora, le corta el paso de salida, que no de entrada, pues ella no está afuera y un día viene a visitarte, sino que procede del mundo infinito en tu corazón y en cualquier momento te dice: ábreme, quiero salir. También hay quien la llama a ella, pero no para dejarla salir, sino para permanecer siempre a su lado.
Hay algo bello y sublime en la tristeza, pero no en la reprimida, sino en esa libre, que sale del corazón y vuela por el aire dándole un tono grisáceo al cielo e incluso puede que se transforme en fina lluvia o en una suave melodía que acaricia las mejillas. Y después te dice adiós con un suspiro, poco a poco asciende, abandona la atmósfera, dejando paso de nuevo al Sol que te mira curioso, se va también del planeta y penetra la espesa oscuridad para convertirse en una estrella que te guiña un ojo desde arriba porque ahora ya conoces su secreto.

3/4/12

Que no se me olvide olvidar

Otra vez los nombres y las sombras. Otro camino virgen. Aquél donde escapé de una cárcel de letras falsas y corbatas y encontré la Piedra que me recordó mi destino.

Y ahora me recuerda mi mayor empeño para hacer explotar mis propios barrotes de copas parásitas*. Cuántas veces tendré que repetirme que la mirada que tengo que hacer brillar es la mía. Los recuerdos son imágenes difusas. Por qué ponerles una emoción si sólo puedo sentir ahora. Por qué no sacar el brillo de estas falsas imágenes y traerlo de nuevo a mi pecho para que me susurre quién soy y me empuje a cumplir mi presente.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
*Copas parásitas: me refiero a una de las doce deformaciones que describe Alejandro Jodorowsky en su libro Evangelios para sanar (al final del capítulo 18). 

1/2/12

Bajo un techo empapelado, entre paredes de plástico

Que no quieren salir las palabras de mi mano; que hay un océano de emociones en mí, pero no quiere ser océano, sino un impetuoso río; que mis alas están quietas y quieren recorrer el Universo atravesando puentes de estrellas; que mi cuerpo busca la fuerza de la gravedad para sumergirse en el túnel del sueño, donde las almas viven mientras los previsibles compradores duermen.
Y siguen mis palabras encalladas en el puerto del antisilencio. Campos yermos, caminos de escombros. Techo empapelado de un azul pálido en lugar del inmenso cielo.
¿Dónde están las estrellas? ¿Dónde la brisa verde que roza los dedos de los guardianes de la Tierra?
Que duerma este mundo de plástico y despierten mis sueños. Y bailen mis alas, y se convierta mi cuerpo en torrente que alimenta el cielo para que crezcan las estrellas, y después descanse sobre la nebulosa Utopía.