No es posible alcanzar la libertad si no se comprende qué es la libertad. Y cuando, tras mucho tiempo, llegas a comprender todo el contenido de esta palabra, te das cuenta de que en las sociedades tal como las conocemos, las condiciones impiden la libertad. Precisamente uno de los errores de determinados movimientos de liberación que, por lo demás, no tienen nada de irreprochable, fue el de partir de la misma visión mecanicista que lleva a la humanidad a la esclavitud. Es necesario, pues, conocer en profundidad la naturaleza del ser humano. Y, al hacerlo, descubrimos que para que la civilización exista, es requisito imprescindible originar una escisión en el individuo que le lleve a despreciar su propia naturaleza, destruyendo así la autorregulación, tanto en cada ser humano como en las sociedades.
No estamos hablando, por tanto, de una esclavitud y una
destrucción que comienzan exclusivamente con el capitalismo, si bien este modo
de producción resulta atroz; sino que su origen se remonta a varios milenios:
<<La sexoeconomía social no se ocupa de una estructura humana que surgió en los últimos doscientos años, sino de una que refleja una civilización autoritaria y patriarcal de muchos milenios>>.[1]
<<Así, desde los orígenes de la dominación (5000 años aproximadamente), la líbido y la palabra han sido objeto de devastación, para sustituir la capacidad humana de entendimiento por la voluntad y la capacidad de dominar y saquear a los propios congéneres>>.[2]
Un enorme porcentaje de las personas que han percibido el
gran engaño pandémico de 2020 (el cual es, a su vez, una minoría entre el total
de la población) ni siquiera es consciente de la biopatía que nos afecta y
desconoce su origen. Algunos de ellos creen que restaurando los derechos
recientemente perdidos, se restablecerá la libertad, pero es que antes de 2020 no
teníamos libertad. Vemos, pues, que un problema fundamental es el concepto de
libertad y el desconocimiento de la naturaleza humana. Otros, siguiendo a
quienes se han erigido en líderes del movimiento antiplandemia, presumen
abiertamente de su ideología fascista y/o de un misticismo nacionalista que ya
se ganó a las masas a principios del siglo XX. Para ellos, la libertad consiste
en vencer a un enemigo que es el causante de todos nuestros problemas. Se ha
sustituido al pueblo judío por el globalismo comunista y otros inventos y
tergiversaciones. Una muestra más del irracionalismo del que ya nos advirtió Wilhelm
Reich en el libro mencionado (v. nota 1). También podemos remitirnos al estudio
del carácter autoritario en El miedo a la libertad de Erich Fromm[3], donde encontramos
una explicación acerca de la atracción que siente el individuo hacia ideas o
entes que considera superiores a él, como la nación, la patria,
etc. En lugar de liberarse de su angustia vital confrontándola[4] y esforzándose
por entenderla, se evade de ella a través del misticismo y la irracionalidad.
Es por eso que todos los intentos por explicar a estas personas que el comunismo
no tiene nada que ver con ese enemigo de humo fabricado por sus líderes son
infructuosos. Han elegido una vía de escape irracional, igual que las masas que
siguen a ciegas el discurso oficial han elegido su propia versión de la
irracionalidad. Pero lo que lleva a unos y a otros a tomar tales decisiones es
lo mismo, la enfermedad que todos y cada uno de nosotros sufrimos a causa de la
opresión de milenios. Si queremos alcanzar la libertad, entonces, debemos ser
valientes y aceptar que [cito de Psicología de masas del fascismo]:
a) La humanidad está biológicamente enferma.
b) La política es la expresión social irracional de esta enfermedad.
c) Todo lo que sucede en la vida social está determinado activa o pasivamente, voluntaria o involuntariamente, por la estructura de las masas.
d) Esta estructura del carácter se ha formado a través de procesos socioeconómicos, que a su vez son cimentados, perpetuados por aquélla. La estructura caracteriológica biopática de los hombres no es más que la fosilización del proceso histórico autoritario. Es la reproducción biofísica de la opresión de las masas.
e) La estructura humana está animada por la contradicción entre el anhelo de libertad y el temor a la libertad.
f) El miedo a la libertad de la masa humana se expresa en la rigidez biofísica del organismo y en la inflexibilidad del carácter.
g) Toda forma de liderazgo social no es sino la expresión social de una u otra cara de esta estructura de las masas.
h) Lo que ha arruinado el funcionamiento biológico de los hombres no es el tratado de paz de Versalles, o los pozos petrolíferos de Bakú, o doscientos o trescientos años de capitalismo, sino cuatro o seis milenios de civilización mecanicista y autoritaria.
i) Las ambiciones de dinero y de poder son un sustituto de la felicidad de amor no satisfecha, sustentadas por la rigidez biológica de las masas.
j) La represión de la vida sexual natural de los niños y adolescentes sirve a la estructuración de protagonistas y reproductores voluntarios de la civilización mecanicista y autoritaria.[5]
Ahora mismo es imposible la liberación de la humanidad,
pues, por mucho que cambien las estructuras políticas, mientras persista la
biopatía y la forma social que la causa, no podrá darse la autorregulación
natural. Y las condiciones sociales necesarias para que se dé la
autorregulación natural no pueden imponerse, sino que el proceso ha de ser
orgánico. <<[E]l desarrollo de la economía depende del de la ideología>>.*
En mi opinión, el fascismo va a seguir imperando en
cualquiera de sus dos vertientes: o bien prevalecerá el ecofascismo del Gran
Reinicio, o bien el fascismo más tradicional, el que ahora está liderando
el movimiento antiplandemia, se hará con el poder fingiendo vencer al
malvado enemigo, ocultando a sus seguidores que tanto unos como otros son las
dos caras de la misma moneda.
Recordemos que el fascismo es <<la expresión
políticamente organizada de la estructura del carácter del hombre medio, de una
estructura que no está ligada ni a determinadas razas o naciones ni a determinados
partidos, sino que es general e internacional>> y <<la actitud
emocional básica del hombre autoritariamente sojuzgado de la civilización
maquinista y de su concepción vital místico-mecanicista>>.[6]
Comprender esto, aunque no asegura ningún resultado a gran
escala, es el primer paso hacia la libertad.
[1]
Reich, Wilhelm (2020). Psicología de masas del fascismo. Enclave de
Libros.
[2]
Rodrigáñez, Casilda (2009). “La degeneración de la raza humana por la pérdida
de sus cualidades fundamentales”. https://sites.google.com/site/casildarodriganez/la-degeneraci%C3%B3n-de-la-raza-humana-noviembre-2009
[3]
Hice un resumen en formato audiovisual aquí: https://mitoslinguisticos.blogspot.com/2020/12/como-manipulan-al-individuo-mecanismos.html
[4]
Entiéndase “confrontar” tal como nos indica su propia definición, esto es, ‘ponerse
frente a’, no huir del objeto de la confrontación ni tampoco combatirlo con agresividad.
[5] V. nota 1.
[6]
Ídem.
*Nota del 28 de enero de 2022: este asunto es complejo y toda opinión sobre el mismo debe estar en constante revisión. Espero que nadie tome mis palabras como verdades absolutas e incuestionables, ya que yo misma me replanteo las conclusiones a las que he llegado en determinados momentos, pues, aunque surjan de reflexiones pausadas y no de ideas repentinas, lo más normal es caer en errores.