14/9/21

El primer paso hacia la libertad

No es posible alcanzar la libertad si no se comprende qué es la libertad. Y cuando, tras mucho tiempo, llegas a comprender todo el contenido de esta palabra, te das cuenta de que en las sociedades tal como las conocemos, las condiciones impiden la libertad. Precisamente uno de los errores de determinados movimientos de liberación que, por lo demás, no tienen nada de irreprochable, fue el de partir de la misma visión mecanicista que lleva a la humanidad a la esclavitud. Es necesario, pues, conocer en profundidad la naturaleza del ser humano. Y, al hacerlo, descubrimos que para que la civilización exista, es requisito imprescindible originar una escisión en el individuo que le lleve a despreciar su propia naturaleza, destruyendo así la autorregulación, tanto en cada ser humano como en las sociedades.

No estamos hablando, por tanto, de una esclavitud y una destrucción que comienzan exclusivamente con el capitalismo, si bien este modo de producción resulta atroz; sino que su origen se remonta a varios milenios:

<<La sexoeconomía social no se ocupa de una estructura humana que surgió en los últimos doscientos años, sino de una que refleja una civilización autoritaria y patriarcal de muchos milenios>>.[1]

<<Así, desde los orígenes de la dominación (5000 años aproximadamente), la líbido y la palabra han sido objeto de devastación, para sustituir la capacidad humana de entendimiento por la voluntad y la capacidad de dominar y saquear a los propios congéneres>>.[2]

Un enorme porcentaje de las personas que han percibido el gran engaño pandémico de 2020 (el cual es, a su vez, una minoría entre el total de la población) ni siquiera es consciente de la biopatía que nos afecta y desconoce su origen. Algunos de ellos creen que restaurando los derechos recientemente perdidos, se restablecerá la libertad, pero es que antes de 2020 no teníamos libertad. Vemos, pues, que un problema fundamental es el concepto de libertad y el desconocimiento de la naturaleza humana. Otros, siguiendo a quienes se han erigido en líderes del movimiento antiplandemia, presumen abiertamente de su ideología fascista y/o de un misticismo nacionalista que ya se ganó a las masas a principios del siglo XX. Para ellos, la libertad consiste en vencer a un enemigo que es el causante de todos nuestros problemas. Se ha sustituido al pueblo judío por el globalismo comunista y otros inventos y tergiversaciones. Una muestra más del irracionalismo del que ya nos advirtió Wilhelm Reich en el libro mencionado (v. nota 1). También podemos remitirnos al estudio del carácter autoritario en El miedo a la libertad de Erich Fromm[3], donde encontramos una explicación acerca de la atracción que siente el individuo hacia ideas o entes que considera superiores a él, como la nación, la patria, etc. En lugar de liberarse de su angustia vital confrontándola[4] y esforzándose por entenderla, se evade de ella a través del misticismo y la irracionalidad. Es por eso que todos los intentos por explicar a estas personas que el comunismo no tiene nada que ver con ese enemigo de humo fabricado por sus líderes son infructuosos. Han elegido una vía de escape irracional, igual que las masas que siguen a ciegas el discurso oficial han elegido su propia versión de la irracionalidad. Pero lo que lleva a unos y a otros a tomar tales decisiones es lo mismo, la enfermedad que todos y cada uno de nosotros sufrimos a causa de la opresión de milenios. Si queremos alcanzar la libertad, entonces, debemos ser valientes y aceptar que [cito de Psicología de masas del fascismo]:

a) La humanidad está biológicamente enferma.

b) La política es la expresión social irracional de esta enfermedad.

c) Todo lo que sucede en la vida social está determinado activa o pasivamente, voluntaria o involuntariamente, por la estructura de las masas.

d) Esta estructura del carácter se ha formado a través de procesos socioeconómicos, que a su vez son cimentados, perpetuados por aquélla. La estructura caracteriológica biopática de los hombres no es más que la fosilización del proceso histórico autoritario. Es la reproducción biofísica de la opresión de las masas.

e) La estructura humana está animada por la contradicción entre el anhelo de libertad y el temor a la libertad.

f) El miedo a la libertad de la masa humana se expresa en la rigidez biofísica del organismo y en la inflexibilidad del carácter.

g) Toda forma de liderazgo social no es sino la expresión social de una u otra cara de esta estructura de las masas.

h) Lo que ha arruinado el funcionamiento biológico de los hombres no es el tratado de paz de Versalles, o los pozos petrolíferos de Bakú, o doscientos o trescientos años de capitalismo, sino cuatro o seis milenios de civilización mecanicista y autoritaria.

i) Las ambiciones de dinero y de poder son un sustituto de la felicidad de amor no satisfecha, sustentadas por la rigidez biológica de las masas.

j) La represión de la vida sexual natural de los niños y adolescentes sirve a la estructuración de protagonistas y reproductores voluntarios de la civilización mecanicista y autoritaria.[5]

Ahora mismo es imposible la liberación de la humanidad, pues, por mucho que cambien las estructuras políticas, mientras persista la biopatía y la forma social que la causa, no podrá darse la autorregulación natural. Y las condiciones sociales necesarias para que se dé la autorregulación natural no pueden imponerse, sino que el proceso ha de ser orgánico. <<[E]l desarrollo de la economía depende del de la ideología>>.*

En mi opinión, el fascismo va a seguir imperando en cualquiera de sus dos vertientes: o bien prevalecerá el ecofascismo del Gran Reinicio, o bien el fascismo más tradicional, el que ahora está liderando el movimiento antiplandemia, se hará con el poder fingiendo vencer al malvado enemigo, ocultando a sus seguidores que tanto unos como otros son las dos caras de la misma moneda.

Recordemos que el fascismo es <<la expresión políticamente organizada de la estructura del carácter del hombre medio, de una estructura que no está ligada ni a determinadas razas o naciones ni a determinados partidos, sino que es general e internacional>> y <<la actitud emocional básica del hombre autoritariamente sojuzgado de la civilización maquinista y de su concepción vital místico-mecanicista>>.[6]

Comprender esto, aunque no asegura ningún resultado a gran escala, es el primer paso hacia la libertad.



[1] Reich, Wilhelm (2020). Psicología de masas del fascismo. Enclave de Libros.

[2] Rodrigáñez, Casilda (2009). “La degeneración de la raza humana por la pérdida de sus cualidades fundamentales”. https://sites.google.com/site/casildarodriganez/la-degeneraci%C3%B3n-de-la-raza-humana-noviembre-2009

[4] Entiéndase “confrontar” tal como nos indica su propia definición, esto es, ‘ponerse frente a’, no huir del objeto de la confrontación ni tampoco combatirlo con agresividad.

[5] V. nota 1.

[6] Ídem.

*Nota del 28 de enero de 2022: este asunto es complejo y toda opinión sobre el mismo debe estar en constante revisión. Espero que nadie tome mis palabras como verdades absolutas e incuestionables, ya que yo misma me replanteo las conclusiones a las que he llegado en determinados momentos, pues, aunque surjan de reflexiones pausadas y no de ideas repentinas, lo más normal es caer en errores.