23/12/12

Aprendiendo a ser

Serán mis locas emociones que hacen lo que quieren sin escuchar a mi alma, mientras que mi mente establece juicios obsoletos, y así permanezco, navegando entre dos aguas. Hoy amo a mi oscuridad reflejada en un nombre; mañana echo de menos a esa roca en la que proyecté mi sol interior. Pero lo cierto es que quisiera que esos brazos de piedra que ayer parecían del mismísimo Febo me arroparan en esa simbiosis perfecta que aquel día descubrí, y que mi pozo putrefacto me hizo perder.
Desdoblamiento del tiempo, dice la ciencia vanguardista. Quisiera que mi yo futuro, el que tiene la sabiduría, el bien hacer, volviera al momento en que me perdí en esa mirada, en ese perfecto abrazo, y se fundiera con mi yo pasado para llenarle de correcta acción, y que así cambiara mi presente y me sacara de este pozo frío que incluso los murciélagos han abandonado, de modo que cesara la lucha entre mi mente, mi alma y mis emociones, y me limitara a sentir el calor que perdí en una roca.
¿Pero sería simple roca o estrella? ¿Lo sabré algún día? Mi yo del futuro ya lo sabe, ¿por qué no le hago caso? Callad, estúpidas emociones. Guarda silencio, mente inoportuna. Dejadme ser.

El sol en ti dentro de mi

Me dejé eclipsar por tu sol porque viví toda mi vida inmersa en mis tinieblas, pero en realidad lo que me calentaba el corazón era mi propia luz reflejada en tu rostro. Cuando te alejaste, dejé también de ver mi sol y ahora estoy de nuevo a oscuras en mi pozo, sin saber hacer salir el sol que hay dentro de mí.