21/1/18

Estrella del laberinto

<<Espuma cenicienta>>, comienza el poema que hoy no quiero escribir. Es la espuma que salía de mis manos al principio -al principio de ayer; al final de hace siglos-, arrastrando los restos de tus alas. Unas alas rotas por ti o por otros, que no quieres recomponer, porque evitas mirarte, aunque te ves. Y como te ves, matas.

Y mataste el viento que me llevaba a tu océano, convertido en ocre charco.


Pero yo deseo vivir, y al volar me olvido de la estela robada de fénix imperfectos. Y ya vacío el corazón de ausencias, encuentro, al navegar en el mar de modernas amapolas sin tallo, un velero, acompañado siempre de su Rocinante. Estrella de adarga cabizbaja. Triste figura que adorna mis laberintos.

Y acabo mi canto por un momento, mientras esperan mis ondas los ecos de las aspas del molino.