6/10/18

Vivir


Recogí los trozos de mis alas rotas.
Las limpié del negro desgarro
y aprendí
a tejer otoños, a beber ocasos.

Derribé murallas, destroné quimeras.
Busqué el nombre de mi viento.
Descubrí
entre estrellas y amapolas un velero.

Fabriqué un escudo con manantiales
para atravesar las tinieblas.
Decidí
seguir siempre rastros de perlas.

Y ahora me arropan ventanas
hechas del fuego y de la brisa
de un mar
que no entiende de cenizas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario