23/10/17

El beso del huracán

Manos que quieren encerrarme, atraparme en cajas de terciopelo. Convertir mi voz en un monótono canto. Eliminar mi cielo para instalar su techo.

Ven en mí algodón, quietud, cristal. Porque no se han atrevido a enfrentarse a su propio espejo. Y si las dejo aproximarse, me reprochan que sea, sobre todo, aire y fuego. Y un aire caprichoso, además, a veces brisa, a veces impetuoso viento.

Cabezas que pretenden fracturarme, despojarme de mis mares revueltos. Su motor inmóvil les lleva a dividirme, sin aceptar que pueda ser lágrima y sol al mismo tiempo; que me vista hoy flor delicada, mañana desnudas tinieblas que enredan mi cuerpo, tembloroso y firme, manantial y hielo.

Adjetivo y verbo. Loco querer. Serena pasión que me desangra. Beso impávido ante las sombras del tiempo, ante los monstruos hechos de zarzas.

Y sigo mi sendero trazado por el vuelo de una flecha que me lleva a donde quiero y no quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario