16/4/20

Por la ventana

Me quedo mirando por la ventana con la cabeza apoyada en los brazos. Podría parecer que me ha vencido la abulia, que vivo peleando en silencio con las exangües manecillas del reloj. Pero, en realidad, se acumula una pila de trabajo y me amedrenta el calendario, que no se detiene por nadie. 

Y es que junto a los documentos, análisis y lecturas, también hay exceso de pensamientos que se enredan con emociones dispares. Aprendo con tropiezos la archivística de estas cualidades humanas tan extrañas y poderosas. Y, mientras tanto, me rindo a las posibles consecuencias de mis desvíos.

Son breves los momentos de mirar por la ventana. Quisiera transformarlos en sorbos de eternidad intermitente, como hace años, pero me aferro tan solo a los pedazos de bosque desterrado que intentan escalar los muros hacia el caduco azul del cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario