29/9/20

29-IX-2020

Regresan de manera acompasada, paulatina, los colores. Miro por la ventana: se han esfumado las sombras. No hubo violencia. Como antes, las besé. Se rindieron.

Y busco palabras más allá de azabaches y nombres ausentes. Las busco en el arroyo constante, en la cíclica certeza de las hojas y los frutos, en los rayos dorados del pecho. Y ¿por qué no? en tu sonrisa y en el mar de tu frente, aunque sea a ratos.

Invita el frescor de la lluvia a dejar en la cuna del olvido el martilleo del futuro.

Ya solo quiero nadar en la estela de imágenes que he traído ante mis ojos, bebiendo cada detalle, oliendo cada molécula con los porqués apagados.

Ser luna, sol, tierra y cielo sin pensar, sin sombras, sin cascadas retenidas ni perlas enterradas.

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